Estas clases surgen por la necesidad de acercar la disciplina yóguica (como herramienta) al trabajador que la precise. Con ella, se contribuye a mantener, recuperar o mejorar la salud. La práctica permite aumentar el nivel de energía combinando el ejercicio físico, la respiración y la relajación. Todo ello da lugar a una toma de conciencia corporal importante, propiciando así la aceptación tras la observación y concentración constante en todas y cada una las partes de su cuerpo. El esfuerzo será acorde al nivel de la práctica que corresponda con el de las personas que acudan a las clases, asistiéndolas según la necesidad de cada uno con los soportes físicos que tengamos a nuestra disposición.
Teniendo en cuenta la situación social a la que estamos sometidos y la cada vez más intensiva actividad laboral, se experimenta una pérdida de conciencia corporal muy importante. Ésta, por lo general, no es recuperable si no se observa conscientemente y se acepta desde lo físico para luego aplicarlo a la aceptación de la situación que se está viviendo, haciendo más llevadera la jornada laboral tanto a el/la trabajador/a como a su entorno más próximo, facilitando así el trabajo que venga desempeñando y consecuentemente un rendimiento mayor en el mismo, convirtiendo al individuo en un ser más efectivo que por el contrario en un cuerpo contraído, bloqueado y falto de relajación se podría dar a más largo plazo o sencillamente no darse.
Un cuerpo relajado y consciente es un cuerpo resistente, y con la práctica de Yoga cada un@ consigue el grado que consigue, la persona conoce sus límites físicos y no los supera aprendiendo a coordinar la respiración con el movimiento y utilizando ésta para conseguir una relajación cada vez más depurada y consecuentemente la renovación energética de cada un@.
Durante la práctica el/la individu@ experimenta una serie de sensaciones positivas que tras el desarrollo de la misma se van integrando en cada una de las células de su organismo dando lugar al final de ella, a una sensación global de calma, paz y en definitiva bien-estar por la que al practicante le merece la pena dedicarse el tiempo que dura la práctica y casi sin darse cuenta todos los beneficios se impregnan en él/ella.
Comencé en las clases particulares como principiante y en poco tiempo, he visto como he aprendido, mejorado y descubierto muchísimos aspectos no solo de la práctica en si. Destacaría la profesionalidad e implicación de Susana. Atención personalizada y compromiso. 100% recomendable.
Muchas gracias Isabel por tu apoyo. Esos avances solo surgen cuando uno se involucra en la práctica y tú lo haces. Lo que sucede en el mat se extrapola a lo cotidiano y es ahí donde aparece la magia, en la propia Vida.
Después de una operación en el hombro derecho de una rotura completa del tendón del supraespinoso de carácter degenerativo, comencé a dar clases de Yoga particulares supervisado de manera personalizada por Susana, cuya profesionalidad y conocimiento de esta disciplina pongo en valor absoluto por la mejoría que en poco tiempo estoy consiguiendo, mi traumatólogo esta impresionado por mis avances (Tengamos en cuenta que tengo 55 años), por lo tanto recomiendo absolutamente a Susana, os transmitirá conocimientos y seguridad.
Muchas gracias Germán por confiar en mi trabajo . Me alegra que te sientas tan bien y tu lesión se vea mejorada con la práctica de Yoga que vienes teniendo.
Hari Om Tat Sat
Las clases de Susana no solamente equilibran tu cuerpo, sino también tu mente. Después de una sesión puedo sentir una gran sensación de liberación interna. Es como si poco a poco fueran deshaciéndose nudos físicos y emocionales. En un plano estrictamente físico he podido comprobar cómo mejoraban mi espalda, mis hombros, y todo en general, fortaleciéndose y ganando elasticidad. Por no hablar de su atención personalizada. Lo recomiendo al cien por cien.
Muchas gracias Charo por este comentario sobre lo que te hacen sentir mis clases y valorar mi trabajo…
Un abrazo muy fuerte